La gestión de personas en las empresas

La gestión de personas en las empresas, suele ser uno de los temas más complejos en la gestión empresarial.

Por este motivo, es necesario conocer y aplicar las posibles técnicas y herramientas que podemos emplear para lograr algunos de los temas más delicados en este tipo de gestión:

  • Una adecuada selección (para que podamos incorporar a nuestra empresa al mejor profesional, no sólo por los conocimientos técnicos que posee y por su experiencia, sino también por su forma de ser y especialmente por sus valores, ya que si éstos no son coherentes con los de nuestra empresa, lo más probable es que no encaje en la empresa, y, al cabo de uno o dos años tengamos que prescindir de él.
  • Una adecuada integración en la empresa. A veces contratamos a un profesional con grandes conocimientos técnicos, pero no cuidamos los primeros meses de su incorporación al puesto y al equipo, y esto puede originar que la persona no pueda aportar toda su valía (especialmente si el puesto es nuevo o si no están claramente definidas las funciones y las responsabilidades y esperamos que sea polivalente, cuando no conoce la empresa -y, posiblemente, tampoco conozca nuestras expectativas sobre él-).
  • Un seguimiento de su desempeño, a través de reuniones periódicas para darle información sobre cómo va desarrollando su trabajo, y si se va integrando en el equipo y en la empresa, y también para recoger su percepción de la situación y sus necesidades para poder desempeñar con eficacia su trabajo.
  • Un estilo de dirección adaptado a las personas de nuestro equipo. No podemos dirigir de la misma manera a una persona que lleva con nosotros 20 años, y que comparte nuestros valores, que a una persona que acaba de incorporarse, con otros intereses, valores y expectativas.

Necesitamos desarrollar estilos de dirección flexibles para poder obtener lo mejor de cada una de las personas de nuestra organización.

  • Diferentes opciones para retener a las personas valiosas para la organización. En muchas ocasiones, dedicamos tiempo a formar y desarrollar profesionalmente a algunos, que consideramos que pueden aportar mucho, y, cuando están formados… ¡se van a otra empresa!.

Es importante conocer alternativas (que nos sean sólo las económicas) que supongan una barrera psicológica de salida y que nos ayuden a retener el talento en nuestra organización.

  • Otra forma de retener el talento es detectar el potencial que tienen algunas personas y desarrollarlo, para poder ir creciendo con la empresa, y poder ir asumiendo puestos de mayor responsabilidad cuando sea necesario.
  • Y por último, aunque no menos importante, cada día es más necesario implicar a todas las personas de la empresa en la estrategia y los objetivos que necesitamos lograr, y esto se puede conseguir con determinados sistemas de comunicación, evaluación y desarrollo (Sistemas de Competencias).

Por otro lado, también necesitamos habilidades para dar una imagen adecuada a los demás, para prevenir y gestionar conflictos, y para exponer a los demás algunos de nuestras ideas.

Por ser directivo, se supone que todos tenemos estas habilidades, y, la realidad es que somos capaces de gestionar conflictos y de hablar en público, aunque eso nos suponga en la mayoría de las ocasiones un desgaste personal y emocional fuerte.

Sin embargo, podemos  desarrollar competencias y habilidades como la comunicación para la gestión y el  hablar en público con eficacia y sin ansiedad, e incluso, la gestión de nuestras emociones o Inteligencia Emocional, especialmente importante en las empresas familiares.

Carmen Torralvo Iglesias
Formadora en el MBA Executive