Ni Millenials ni Seniors, apuesta por el Talento Viejoven

Uno de los retos más importantes que tienen los departamentos de Recursos Humanos hoy en día es la gestión de la “diversidad”. Y esta diversidad no sólo hace referencia al género, ni a la cultura, ni a la religión, sino que también presta mucha atención a la diversidad generacional. ¿Cómo hacer que todo fluya cuando en la empresa tienes personas de generaciones tan diferentes?

Por un lado tienes a los Millenials, que son esta generación súper conectada, súper móvil, súper hiperactiva, para quienes lo importante es el proyecto, los valores, los principios y el para qué de las cosas. A los que les gusta todo lo que empiece por “co”, es decir, viven en el mundo co-laborativo, trabajan en Red, en lugares de co-working y son súper autónomos. Los nativos digitales amantes de las nuevas aplicaciones para los que su smartphone es su religión y sus redes sociales su bandera. El inconveniente es que son muy impacientes, se les hace difícil postergar las recompensas y tienen un punto “frágil” a nivel emocional debido a la sobre protección que la mayoría han recibido (dicho esto a mi me encantan).

Por otro lado tienes a los Seniors, esa generación Baby Boomer que está curtida en mil batallas, que hicieron dos años de mili, que se han echado a la espalda varias crisis, que han levantado este país en más de una ocasión. Esa generación para los que hacer carrera en una empresa era y sigue siendo todo un orgullo. Hombres y mujeres que sienten la camiseta, que han adquirido mucha experiencia, que todavía tienen mucho que aportar pero que se ven abrumados por un aluvión de nuevas tecnologías, palabrejas raras en inglés, redes sociales y otras tantas situaciones incómodas para ell@s. Son gente de la casa, de los que sudan la camiseta, que se ven teniendo que dar explicaciones a chicos y chicas que saben que no durarán más de dos o tres años en la empresa… que cambiarán de proyecto en el momento en el que en la empresa de enfrente pongan un futbolín y menú vegetariano.

¿Qué puedes hacer para contrarrestar este choque de trenes? ¿Qué puedes hacer para poder mediar entre estos polos opuestos? Pues tienes que contratar Talento Viejoven. Si, si, has leído bien talento viejoven. Estos hombres y mujeres que vivieron la lucha entre el VHS y el BETA, que trabajan a toda velocidad con el Mac porque curtieron las yemas de sus dedos con la Oliveti  a 250 pulsaciones por minuto. Esta generación que jugaba en patios de gravilla o cemento pero que lleva a sus hij@s a colegios sin libros y que trabajan por proyectos. Si, si, esta generación que tiene un blog pero que a su vez trabaja hasta muy tarde para pagar las facturas de su casa y hace carambolas para poder conciliar. La última generación que hubiese pagado (incluso que pagó) para acceder a un empleo y así ir sumando años de experiencia. Esta generación que está muy bien formada y que además ya tiene unos cuantos años de experiencia.

Si quieres que tu empresa funcione, necesitas contratar a Talento Viejoven, a gente de la generación Sandwich. A los que entienden tanto a los Millenials como a los Seniors, los que te van a ayudar a que todo fluya, los que saben qué es una Start Up pero también saben los que es mandar un Fax, los y las profesionales que usan y trabajan con App´s de última generación pero que crecieron con el Atari. Esta generación que usa Spotify pero que grababa sesiones en cassettes con títulos como “Favoritas V. 1”. La generación Sandwich, los viejóvenes, los que saben nadar entre dos aguas que se rozan pero que no se tocan (salvo raras excepciones). Los y las que harán que tu empresa funcione como necesitas.

¿Tienes alguna duda? Contrata talento viejoven.

Un abrazo.

Rubén Montesinos
Hr Business Consultant MONTE&CO
Docente del MBA Executive 3.0 de Escuela de Negocios FEDA